miércoles, 9 de marzo de 2016

En el ferrocarril - Una hipótesis tras otra

 Un joven americano viajaba a Vladivostok en el ferrocarril Transiberiano, el más largo del mundo. Era un largo viaje y estaba aburrido. Sentado frente a él había un hombre ruso. Él tendría unos 40 años más o menos. Tenía un periódico Inglés en el asiento de al lado.

— Perdone. ¿Puede prestarme su periódico? — preguntó el americano.

— No. Lo siento, no puedo — dijo el ruso. 

— ¿Por qué no?

— Verás, es así de simple...Si te presto mi periódico, comenzaremos a hablar. Si comenzamos a hablar, nos haremos amigos. Si nos hacemos amigos, te invitaré a mi casa. Si te invito a mi casa, conocerás a mi hermosa hija, Olga. Si conoces a Olga, te enamorarás de ella. Si te enamoras de ella, huiréis juntos. Si huís juntos, te encontraré. Si te encuentro, te mataré.... Así que ése es el motivo por el que no te dejo mi periódico. 



Fuente y crédito: moodleeoimanresa.com

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