viernes, 24 de abril de 2015

Cuentos reflexivos: Globos

Hacía días que había llegado la feria al pueblo y, entre todos los puestos, uno de ellos era el de globos. Siempre tenía muchísima gente alrededor porque el hombre sabía como atraer la atención de las personas. Poco a poco iba soltando nos globos y otros y la gente no paraba de mirar cómo éstos se perdían por el cielo, haciéndose más y más pequeños cuanto más alto avanzaba.

Todos los presentes se perdían en los globos de colores: uno verde, uno azul, uno amarillo, uno rojo, uno lila... El único que no miraba era un niño de color negro, que prefería ver cómo el hombre soltaba los globos, en vez de ver cómo estos avanzaban por el cielo.

Se acercó al hombre y le preguntó por uno de los globos que no había soltado: uno de color negro. 

- Si soltara ese, ¿también subiría tan alto como los demás?

El hombre, sabiendo a qué se refería exactamente el niño, le contestó:

- Claro que subiría tan alto como los demás, porque lo importante no es el color del globo, sino lo que hay en el interior de cada uno de ellos. 


Texto: Revista Pronto.

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