domingo, 6 de octubre de 2013

Leónidas, un rey que dio su vida por proteger a los suyos



Leónidas, militar y rey de Esparta, fue el tercer hijo del rey agíada Anaxandridas II.Nació alrededor del año 540 a. C. en la ciudad homónima. Sucedió en el trono, probablemente en 489 o 488 a. C., a su medio hermano Cleómenes I y se casó con Gorgo, la hija de éste, con la cual tuvo a su hijo, su sucesor, el rey Plistarco. Sus hermanos mayores, Cleómenes y Dorieo, murieron sin descendencia masculina.

En los años 490 a. C., el rey Jerjes I preparó la invasión de la Grecia continental. Se hallaba en su corte el rey espartano exiliado Demarato. Según Heródoto, previno a sus conciudadanos de un ataque inminente mediante un mensaje secreto,lo que movió a Esparta a pedir consejo al Oráculo de Delfos. Conforme a la tradición, Apolo proporcionó una respuesta ambigua. O bien Esparta perdería a su rey durante la batalla, o bien sería conquistada. Ningún rey espartano había jamás muerto en la guerra. 


La «Liga helénica» se reunió en el istmo de Corinto y su dirección recayó en Esparta. La ciudad decidió el envío de una fuerza armada bajo el mando de Leónidas para defender el desfiladero de las Termópilas, a fin de retener a los persas y dar el tiempo suficiente a la flota griega de replegarse más allá del estrecho que forma la isla de Eubea con la costa de Grecia central. 


El equilibrio de fuerzas era claramente favorable a los persas. Para Leónidas era claramente una misión suicida: escogió entre los 300 hoplitas que constituían su guardia personal a aquellos ciudadanos que tenían descendencia masculina. Después de haber tomado posiciones en las Termópilas, los griegos repelieron con éxito varios ataques persas. Transcurridos unos días, los griegos fueron traicionados por un tal Efialtes de Tesalia: Leónidas se encontró rodeado por las tropas del sátrapa Hidarnes. 

La descripción del final de la batalla varía según las fuentes. 

Para Heródoto, Leónidas y sus hombres se situaron en la parte más ancha del desfiladero y lucharon hasta el último hombre.
Diodoro Sículo y Justino epitomando a Pompeyo Trogo, mencionan un ataque nocturno contra el campamento persa: los griegos sembraron el desorden en las tropas enemigas, masacraron grandes cantidades antes de caer, rodeados, bajo las flechas y jabalinas persas. 

El monarca aqueménida recorrió el escenario de la batalla, paseó entre los cadáveres, y mandó que a Leónidas le cortasen la cabeza y que la clavasen en un palo. En 440 a. C., el cuerpo de Leónidas fue trasladado a Esparta, donde un magnífico mausoleo le fue consagrado. Sobre su tumba se erigió una estela, que siglos después pudo ver Pausanias y en la que figuraban los nombres de los trescientos espartiatas que murieron.



Fuente: Wikipedia (pero es un resumen).

Créditos de imagen: Wikipedia.

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